EL PRIMER GALARDÓN DE PÉREZ MARQUÉS: “COPIADO”

Fue la valoración de un ejercicio de redacción escrita en el bachillerato, tarea propuesta por el profesor de literatura del Instituto, y que tuvo la calificación de “Copiado”.

     Lo refirió el escritor en numerosas ocasiones con gran orgullo incluso cuando, ya muy laureado y con una obra altamente reconocida, mostraba el papel con la redacción escrita a mano diciendo “este fue mi primer premio literario”.

    Tenía doce o trece años y su profesor de literatura había instado a los alumnos a escribir una redacción de tema libre, a elegir. Pérez Marqués, hijo de Antoliana, nieto de Higinio Marqués industrial del sector corcho taponero en San Vicente de Alcántara, no dudó es escoger como tema el alcornoque y los productos derivados de ese árbol. Su madre había hablado muchas veces, y pormenorizadamente, de la labor profesional de Higinio. Por eso Fernando, al igual que sus hermanos, conocía al dedillo el mundo corchero tan importante como desconocido en Extremadura.

    Cuando, leído los textos del alumnado, el profesor fue entregando los ejercicios de redacción con sus respectivas calificaciones, el bachiller Fernando se encontró con la desagradable sorpresa de que la suya, estampada al final del folio, no era un número sino la injusta palabra “Copiado”.

    Al llegar a casa se lo enseñó a su madre consternado y rompió a llorar –¡cuántas veces se lo hemos escuchado! – sin poder comprender la valoración del profesor. Solo después, cuando Antoliana, muy sabiamente le dio su acertada opinión, pudo consolarse y apreciar que era la mejor nota: «Hijo, te podrían haber puesto un notable, un sobresaliente, incluso un diez. Hubiera sido una buena calificación, pero esta de “Copiado” es la mejor nota que te han podido dar. Está tan bien redactada y aportas tan buenos datos que el profesor no ha creído que sea de tu caletre y sospecha que la has copiado.»

    Guardado celosamente por el autor, hemos encontrado el folio entre las numerosas carpetas de su archivo personal. Incluimos en web el texto y una foto de la redacción manuscrita con el “Copiado” al final del texto, junto a la firma del alumno.

 

El Alcornoque y sus productos

     El alcornoque es uno de los árboles que más rendimientos da al hombre: leña, carbón y corcho. Este último es con demasía el más importante de todos por sus numerosas aplicaciones en la industria.

    Una de las industrias por la cual es caracterizada Extremadura es la corchotaponera.

    La primera corteza que da el alcornoque que se la llama «bornizo» solamente sirve para colmenas, serrín y leña, produciendo años después el corcho.

      El modo de sacarlo del árbol se hace de la manera siguiente: se corta de arriba hacia abajo la corteza del árbol e introduciendo un palo aguzado entre el corcho y el tronco se emplea a manera de cuña.

    El corcho es cocido en grandes calderas para después rasparlo, habiendo cambiado ya la forma que tenía en el árbol por la plana, llamada en forma de «plancha».

     Hecha esta operación pasa a la fábrica para hacer los cuadradillos o directamente los tapones con maquinarias apropiadas, objeto principal de esta industria.

     También se emplea para hacer la pasta de conglomerado, corchalina, linóleum, papel, etc.

     Con los desperdicios se hace serrín para la conservación de frutas.

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